# | Vídeo | Duración |
---|---|---|
1 | Lo que nuestro cuerpo dice | 04:39 |
2 | Cuestiones básicas a considerar | 01:46 |
3 | Estructura de las presentaciones orales | 02:52 |
4 | Material de soporte: Algunas claves | 02:32 |
Parte III: Estructura de las presentaciones orales
Es importante que tengamos en cuenta qué es lo que quiero decir, como lo voy a decir, cuando, porqué y a quién. Hay cosas, por ejemplo, que no se pueden hacer por mensaje. O hay cosas que no se pueden hacer por teléfono… hay cosas que es mejor siempre ir a hablar. Vamos a poner el caso que tengo un examen, me voy de viaje… ¿qué vas a hacer? ¿Le vas a mandar un e-mail al profesor?... puedes... pero primero intenta ir a hablar con él. Porque como se trata de una cosa qué, además, necesita su aprobación… te estás jugando una asignatura… es mejor no hacerlo por e-mail.
Tengo que ser ordenado durante mi intervención. Esto es muy importante. Cuando tengáis que presentar algo: por ejemplo, en las conferencias que solemos ir, tú mandas tu artículo, te lo aceptan, te dicen que tienes siete minutos para presentar tu trabajo… a lo mejor es un trabajo de dos años y resumirlo en siete minutos va a ser difícil. Si ya cuesta cuando uno es ordenado, imagínate cuando uno no lo es.
Esto es importante que lo tengáis siempre en cuenta. Es una relación aproximada de porcentajes: una pequeña introducción de lo que vais a presentar porque la otra gente no tiene porqué conocerlo; el desarrollo… ya sé que esto es muy básico pero es importante porque cuando no tengo mucha práctica de hacer exposiciones me puedo extender mucho en la primera parte y cuando me quiero ir a la segunda me quedan dos minutos. Y esto también se evalúa porque no deja de ser una competencia de saber sintetizar la información, de planificar bien y de organizar bien el mensaje que quiero transmitir.
Por otro lado, que esto no lo hemos visto antes, controlad estos elementos: el volumen de voz y la entonación. Si es alguien que habla muy bajito, a los diez minutos ya me he cansado de hacer el esfuerzo de oír algo porque es difícil escucharle.
Por lo que es importante que controlemos el volumen y el tono. El vocabulario, obviamente también. Las coletillas: “eh”, “vale”… esto lo hacemos todos, pero no nos damos cuenta hasta que no nos vemos grabado o hasta que alguien nos dice que hemos dicho 57 veces “vale”.
La sintaxis, que intentemos hablar ordenadamente y con coherencia.
El orden, la estructura y las pausas.
Obra con licencia: Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-NoDerivados 3.0 Unported License.